Este fin de semana fui a pasear con mi familia por el nuevo lugar en el que vivimos desde el mes de marzo. Quedé asombrada de las maravillas que contiene esta humilde tierra. Se puede decir que este planeta posee rincones realmente mágicos y que muy pocos conocen. Este sitio está lleno de vida pese a la inexistente presencia del ser humano.
Vivo en una zona de A Coruña, Galicia. Concretamente nos mudamos a Sobrado (Dos Monxes) en este pasado mes de marzo. Es un lugar bastante apartado y una zona donde ahora mismo apenas hay gente. La aldea en concreto en la que vivimos, no tiene habitantes salvo nosotros, y eso hace que la mano del ser humano no esté muy presente en el lugar. Es por ello que todo está sumamente limpio y verde.
Descubrimos una pequeña aldea con tres casas a la que llaman «Os Muíños» porque dos de esas casas eran dos antiguos molinos. La 3era casa se veía señorial aunque está en completas ruinas y según cuentan, es una de esas herencias que jamás se repartirá. Pero no deja de ser hermoso. Al lado de esa casa, pasa un río pequeñito pero precioso y escuchar su sonido es realmente relajante.
Ver estos lugares me hace imaginar quién viviría ahí en otros tiempos y cómo sucedería todo para ellos. Siempre me pregunto si esas casas tuvieron un final feliz o una partida triste. Nunca lo sabré realmente, pero no puedo evitar pensar en el pasado así como en el futuro de todo.
Saqué muchísimas fotos y lo pasé realmente bien. Aún nos queda mucho por descubrir en este lugar y si todo sale bien, es muy probable que nos asentemos aquí definitivamente (al menos mi madre, ya que mi futuro es demasiado incierto en este momento).